Lo primero si usted las posee, es preguntarse si verdaderamente las necesita. A este respecto haga un examen juicioso de por qué y para qué las requiere.
Si las armas de fuego son para usted un problema, NO LAS TENGA MÁS.
Si debe tenerlas, respete el decálogo que le planteamos en seguida:
1. Siempre que maneje un arma, hágalo como si estuviera cargada
2. No pregunte si el arma está cargada, verifíquelo usted mismo
3. No apunte a objetivos a los que no piensa disparar
4. Controle siempre la boca de fuego
5. No mezcle armas con alcohol ni drogas sicotrópicas
6. Antes de cargar su arma verifique que la munición esté en buenas condiciones
7. Antes de oprimir el disparador piense cuál será la dirección que tomará el proyectil
8. No dispare a través de un obstáculo que le impida observar qué hay detrás de él
9. No abandone su arma en donde pueda ser hallada y manipulada por inexpertos o menores de edad
10. Nunca olvide las normas de seguridad cuando se trata de manejar armas de fuego. Recuerde que si lo hace estarán en riesgo su vida y las de los demás
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